lunes, 10 de diciembre de 2012

Instalacion de utilerias

Instalar programas

En principio podemos encontrarnos dos tipos de instalación. La forma más sencilla y habitual es instalar los programas arrastrándolos al disco duro, a la carpeta ‘Aplicaciones’, sin más. Vamos a poner un ejemplo con un programa cualquiera, por ejemplo, este sencillo editor de imágenes, Imagewell (pincha en el enlace para descargarlo).
Una vez que acabe la descarga, tendremos un archivo en nuestro escritorio llamado ‘imagewell.dmg’. Un archivo .dmges una imagen de disco (es decir, una especie de “diskette virtual”) que podemos abrir directamente desde el Finder. Hagamos simplemente doble click en el archivo, y veremos en el escritorio un archivo llamado ‘imagewell3′, con un icono como si fuera un disco duro o una memoria externa. Hacemos doble click en su icono, y dentro está el programa que hemos bajado. Pues bien, para instalar este programa, solo tenemos que arrastrar el icono, a nuestra carpeta‘Aplicaciones’.
Instaladores
Hay otro tipo de programas que se instalan con un instalador como el que veis en la foto con un paquete.

Hacemos doble clic, y empieza un proceso de instalación tradicional, como el típico ‘setup.exe’ de Windows. Se nos deja elegir el disco en el que queremos instalar el programa, y vamos aceptando el acuerdo de servicio y esperando a que se complete el trámite. Una vez terminado, podemos encontrar nuestro programa ya instalado en la carpeta ‘Aplicaciones’.

La carpeta Aplicaciones

Dentro de la carpeta Aplicaciones, nos encontramos todos nuestros programas representados por sus respectivos iconos. Haciendo doble clic en uno de estos iconos, arrancamos el programa. Si queremos tener un programa siempre disponible en el dock, que es la barra de programas de abajo, sólo tenemos que arrastrar el icono del programa desde esta carpeta y soltarlo en el dock.

Desinstalar programas

Para desinstalar un programa, en principio, si no hay un des instalador, basta con arrastrar el icono de la carpeta aplicaciones a la papelera, es decir, borrarlo. Puede que el programa tenga algún archivo de preferencias que se haya quedado sin borrar en alguna parte del sistema operativo, pero a diferencia de Windows, no notaremos un funcionamiento erróneo ni lento por tener estos archivos por ahí, que probablemente ni siquiera veamos a no ser que los busquemos.
Pero si sois muy paranoicos y queréis tener vuestro Mac limpio como una patena, hay una aplicación llamada AppZapper, que en teoría desinstala estos archivos. Ellos lo llaman “el des instalador que Apple olvidó incluir”. No nos parece en absoluto un programa necesario, pero ahí lo tenéis por si queréis usarlo.

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